Justo en este punto
hablaba entonces del papel de una amante;
Yo llamo ironÃa al papel que juegan las amantes en la vida de los
hombres; sin hablar de lo que debe y no debe ser, sin meterse mucho con lo que
se jura frente a un altar, no vinimos a indagar sobre los placeres sexuales,
suelen ser: comunes, torpes y lo suficientemente únicos como para que nadie los
justifique con sinceridad.
Esa mujer que no llega a tu vida a ocupar el
lugar de quien ya lo tiene, que genera un placer diferente, que te devuelve a
ser quien realmente deseas ser, el tormento necesario para sentirse vivo, esa
mujer que muchas se niegan a ser pero no saben cómo dejar de serlo, esa mujer,
a usted amigo lo conoce perfecto, tan perfecto que también puede quererte de a
ratos.
Analicé tanto en el rol de una amante que hoy
entiendo, que son quienes realmente saben con quien se acuestan, y aunque
existen muchos tipos de ellas, llevan a cabo ese papel con las uñas, porque se
ama y al mismo tiempo se protege el corazón. Las amantes saben de qué es capaz
su hombre y que está muy lejos de ser el perfecto prÃncipe de cuento, porque
para poder ser lo que se es, se necesita decir más allá de lo que se dijo, para
poder casarse ...
Ya se pasó el cortejo, ya paso el cine, las
cenas, la parte erótica de tener que buscar las palabras exactas que se quieren
escuchar para tener acceso al sexo; una relación de amantes está basada en el
deseo, en la pasión de por un segundo ser libres de almas, de ideas; no
necesitas fingir, tampoco necesitas juzgar, ambos, hombre y mujer pueden ser
amantes, y aunque existe una sociedad que se inclina a favor y en contra, la
falta (esa que se divide entre la culpa y la indiferencia), es la misma.
Nadie entiende ese rol hasta que lo cumple, porque el resultado de ser "alguien mas", no te hace menos pero si un poco cruel quizás...
El respeto se vuelve un hilo con las palabras, un arma de doble filo. Hoy en dÃa las personas no saben lo que piden y se atreven a hacerlo como si nada.
Se miden con la sinceridad a nivel de palabras, ojala asà fuese a nivel de hechos, exigen una sinceridad a la que en el fondo le temen, porque siempre, va a ser mucho más fácil hablar de aquello que se nos hace, que de lo que somos capaces de hacer.
Nadie entiende ese rol hasta que lo cumple, porque el resultado de ser "alguien mas", no te hace menos pero si un poco cruel quizás...
El respeto se vuelve un hilo con las palabras, un arma de doble filo. Hoy en dÃa las personas no saben lo que piden y se atreven a hacerlo como si nada.
Se miden con la sinceridad a nivel de palabras, ojala asà fuese a nivel de hechos, exigen una sinceridad a la que en el fondo le temen, porque siempre, va a ser mucho más fácil hablar de aquello que se nos hace, que de lo que somos capaces de hacer.
Continuara en mi libro...
Psic. Adriana Rosales Castillejos